Sabemos que una lesión siempre es algo negativo, por ello, intentamos prevenir y reducir al máximo el riesgo de que aparezca. Así como la duración, en el caso de que finalmente se dé. Pero una vez estamos ante la situación de tener un jugador lesionado, debemos afrontarlo como una oportunidad.
¿Una oportunidad para qué?
En los próximos párrafos te lo contamos 😊

Objetivos en el deportista lesionado
En demasiadas ocasiones se ven procesos de recuperación en deportistas, en lo que lo único que se hace es tratar la zona lesionada, por parte de los servicios médicos, y se deja el resto del organismo del deportista “a su aire”. Esto es un error enorme, provocará pérdida de masa muscular, de coordinación, de resistencia, de eficacia del metabolismo anaérobico y aeróbico, aumento aun mayor de la asimetría entre miembros, ansiedad y frustración, etc.
De esta forma, nosotros proponemos ciertos objetivos que pueden aplicarse al proceso de recuperación de cualquier lesión, obviamente adaptándolo a los plazos, severidad, duración…
Fijar objetivos
Precisamente un objetivo, es la fijación de objetivos 😊. El hecho de fijar objetivos es una herramienta muy poderosa para elevar la motivación (estudio 1 , estudio 2).
Existen diferentes tipos de objetivos, principalmente se clasifican en:
- Objetivos de resultado: se centran el resultado final del proceso. Por ejemplo, conseguir una recuperación satisfactoria de una rotura de Ligamento cruzado anterior, en 10 meses. Estar jugando con normalidad en 10 meses.
- Objetivos de rendimiento: Objetivos a corto plazo, que nos acercan al objetivo de resultado. Por ejemplo, aumentar 10º la flexión de rodilla respecto a la semana anterior.
- Objetivos de proceso: Son aquellos que solo dependen del deportista. Por ejemplo, asistir a todas las sesiones de recuperación, y realizar los ejercicios pautados para casa. Éstos son los que deben priorizarse, elevarán la motivación, la autoestima, y reducirán la ansiedad, ya que solo depende sí mismos para conseguirlos.
Una vez que sabemos qué tipo de objetivos queremos fijar: algunos de resultado, algunos de rendimiento, y principalmente de proceso, elaboraremos un plan para conseguirlos, un objetivo sin un plan para conseguirlo, solo es un sueño. Los objetivos siempre (casi siempre) deberán de incluir los siguientes aspectos.
“objetivo sin un plan para conseguirlo, solo es un sueño.”

Mantenimiento de la rutina
Un deportista, especialmente si es profesional, tiene unos hábitos de alimentación, descanso, entrenamiento… es decir, una parte importante de su vida gira en torno al proceso de entrenamiento y recuperación.
La propia lesión ya va a generar una serie de efectos negativos a nivel psicológico, como, por ejemplo:
- Perturbaciones del estado de ánimo (estudio 3). Múltiples estudios describen los empeoramientos del estado de ánimo cuando ocurre una lesión. Además, se ha comprobado su relación negativa con la adherencia a las sesiones de recuperación. Es decir, a mayor perturbación del estado de ánimo, menor asistencia a las sesiones, y por tanto, peor recuperación, lo que conlleva un impacto aún mayor del estado de ánimo… debemos de cortar ese círculo vicioso. Y una buena forma es seguir con la rutina de entrenamiento y descanso.
- Disminuciones de la autoestima (estudio 3). En prácticamente todas las lesiones graves, se produce una disminución de la autoestima en el deportista.
- Depresión (estudio 3) diferentes estudios han encontrado mayores tasas de depresión en deportistas lesionados respecto a deportistas sanos.
El hecho de tener una rutina, unos hábitos, conseguir ocupar el día con actividades, ayudará al deportista a mitigar estos efectos.
Mantenimiento de la masa muscular
Sin ninguna duda éste es uno de los objetivos prioritarios del proceso de recuperación del deportista. Existen multitud de estudios como éste (estudio 4) que relacionan los déficits de fuerza con un aumento del riesgo lesional. Así como las descompensaciones entre diferentes grupos musculares. Este estudio halla que tanto valores bajos de fuerza de los isquiosurales, como un bajo ratio de fuerza Isquiosural:cuádriceps, predisponen al futbolista a sufrir una lesión. La masa muscular es una de las principales variables que afectan a la capacidad de producir fuerza.

Mantenimiento o mejora de la fuerza
Al igual que en el caso de la masa muscular, el mantenimiento de la fuerza es la piedra angular del proceso de readaptación del deportista lesionado. Lo ideal es objetivar en la medida de lo posible las variables que vamos a tomar como referencia, para de esta forma poder motivar al jugador, y comprobar si se consiguieron los objetivos o no, y por qué.

Mantenimiento o mejora de la resistencia
A pesar de que la fuerza tiene una importancia crucial en el éxito de la readaptación del deportista lesionado. No podemos olvidar todos los aspectos relativos a la resistencia cardiovascular. Cuando el deportista vuelva a los entrenamientos y a la competición, no solamente debe estar recuperado a nivel de la lesión. Sino que debe estar, como mínimo, en las mismas condiciones físicas (o similares) que estaba antes. No hay excusas para que se produzcan descensos del 20-30% en el rendimiento en pruebas de resistencia intermitente, tipo Yo-Yo Intermittent Recovery Test, como ocurre en muchas ocasiones.


Desarrollar puntos débiles
A pesar de que es complicado ver algo positivo en una lesión, este periodo puede ser el momento perfecto para desarrollar los puntos débiles que lastran el rendimiento del jugador, y que le están predisponiendo a lesiones más graves como rotura del LCA. De esta forma, elaborar un perfil personalizado del jugador, con sus puntos fuertes y débiles, ayudará a establecer las prioridades a entrenar en este periodo. El objetivo es que vuelva a la actividad competitiva mejor de lo que estaba antes: más en forma, más simétrico, con menos descompensaciones, más estable, etc.
En algunas ocasiones, algunos puntos débiles de un jugador NO son físicos, sino cognitivos o perceptivos. De esta forma, en este periodo tendremos tiempo de sobra para potenciar esa área. Por ejemplo, pongamos el caso de un jugador de baloncesto que continuamente se olvida de los sistemas. Para ese jugador, mejorar su capacidad de memoria y regresar dominando todos los sistemas de su equipo, y de los próximos rivales le hará aumentar muchísimo su rendimiento. Por lo que es probable que vuelva de la lesión siendo más valioso como jugador. Otro ejemplo, podría ser el de un futbolista que tiene ansiedad en el partido. Esto le provoca tomar malas decisiones, dañando a su equipo. Dedicar esas semanas a trabajar con un psicólogo deportivo le hará mejorar en el área que más le estaba lastrando.

Desarrollar áreas poco trabajadas
Como indicábamos en el punto anterior, el periodo de recuperación de una lesión puede ser el momento perfecto para trabajar áreas que normalmente NO son suficientemente estimuladas.
Por ejemplo, eres jugador de baloncesto, pero nunca subes el balón (nunca eres el que conduce de pista a pista) porque tu bote no es suficientemente “fiable”. Éste es un periodo perfecto para dar un salto de calidad, y conseguir mejorar en esa faceta del juego, convirtiendo una lesión, en una oportunidad para mejorar como jugador.
Este artículo solo es la introducción de los artículos principales, donde trataremos el proceso óptimo de readaptación del jugador desde el punto de vista de Assessport-Academy, así como la planificación nutricional del jugador lesionado.
Si eres deportista, y sientes que no sabes cómo enfocar tu readaptación o tienes miedo de que la recuperación no sea como debería, simplemente explícanos tu caso (escríbenos :), y te contaremos cómo podemos ayudarte, sin ningún compromiso 😊
Bibliografía
Covassin, T., Beidler, E., Ostrowski, J., & Wallace, J. (2015). Psychosocial aspects of rehabilitation in sports. Clinics in sports medicine, 34(2), 199-212.
Epton, T., Currie, S., & Armitage, C. J. (2017). Unique effects of setting goals on behavior change: Systematic review and meta-analysis. Journal of consulting and clinical psychology, 85(12), 1182.
Lee, J. W., Mok, K. M., Chan, H. C., Yung, P. S., & Chan, K. M. (2018). Eccentric hamstring strength deficit and poor hamstring-to-quadriceps ratio are risk factors for hamstring strain injury in football: A prospective study of 146 professional players. Journal of science and medicine in sport, 21(8), 789-793.
Smith, A. M. (1996). Psychological impact of injuries in athletes. Sports Medicine, 22(6), 391-405.
Wall, B. T., Morton, J. P., & Van Loon, L. J. (2015). Strategies to maintain skeletal muscle mass in the injured athlete: nutritional considerations and exercise mimetics. European journal of sport science, 15(1), 53-62.
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Saludos de Venezuela